martes, 24 de noviembre de 2009

EL RESURGIMIENTO DEL FÉNIX (a propósito del libro EN EL NOMBRE DE MI HIJO de Édgar Arroyo)



Pocos libros como este que hoy nos reúne aquí me han impactado tanto, lo digo con toda la honestidad de que es capaz mi corazón. Libros valientes, y honestos como este no se encuentran todos los días. Hoy me siento agradecido con la vida misma por brindarme la oportunidad de conocer esta historia además de conmovedora, estremecedora.


EN EL NOMBRE DE MI HIJO es un libro catalogado como no ficción, es decir, no literatura, pero a mi parecer, éste es un libro con muchos recursos que en calidad igualan la mejor literatura. En lo personal, gusto de los libros valientes y honestos, particularmente los que han sido escritos por alguien que tiene algo que decir. Cuando hay algo que decir no se puede, ni debe callar, y esto es exactamente lo que hizo Edgar Arroyo.

No cualquiera se atreve a hacer una denuncia semejante, muchos por miedo y confort prefieren optar por el silencio. Pero ¿de qué sirve el silencio en estos casos? Un ser humano tiene un gran compromiso y ese es el compromiso con la vida misma, y eso es lo que Edgar ha hecho, comprometerse con la vida de su hijo, con la suya, y con la de la humanidad, pasando por la sociedad.

En este libro encontramos a un hombre limpio de corazón, un hombre sensible e inteligente, que tomando en cuenta sus recursos aprende a utilizarlos para hacerse responsable en vez de recurrir a buscar culpables. Lo más inmediato es llorar, quejarse, lamentarse, sin darse cuenta que la vida se te puede estar yendo de las manos a cada instante como si se tratara de un puñado de arena.

La vida es constante cambio, la vida es un proceso, una continua transformación. “Nadie puede bañarse dos veces en el mismo río” dijo Heráclito. La vida no es para pensarla, no es para especularse, la vida es una experiencia.

Este libro a mi parecer es un ejemplo de vida, de actitud y de coraje. No quisiera llamarlo “libro de motivación” por riesgo de caer en minimizaciones, pero si tomamos el término motivación en el mejor de los sentidos, entonces sí puedo asegurar que este es un libro incluso de inspiración. Esa inspiración a mi parecer la toma Edgar Arroyo de su encuentro con la muerte. Y no me refiero a “su muerte” sino a “La Muerte”. Todas las grandes tradiciones contemplativas han hecho un especial énfasis en el estudio de la muerte ¿por qué? Pues porque la muerte es la otra cara de la vida, y de ella pueden obtenerse grandes mecanismos de arranque. Estos mecanismos de arranque son los motivadores que nos conducen hasta nuestro sueño.

Cuenta Édgar en el libro que su abuela una vez le dijo que todos teníamos un sueño, pero que había quienes luchaban por conseguirlo y quienes simplemente se resignaban, lo daban por perdido y lo abandonaban. Luego le preguntaba de qué tipo de hombre él quería ser. A mi entender estas palabras nos marcan, para bien o para mal, todos tenemos frases así en nuestra memoria que nos van condicionando de una u otra manera conduciéndonos al éxito o al fracaso. Afortunados son algunos que poseen condicionamientos para el éxito, sin embargo, creo que todos podemos liberarnos de los condicionamientos negativos, y Édgar Arroyo al compartirnos su vida a través de su historia nos demuestra de qué manera uno con determinación puede llegar hasta donde se lo proponga, claro con una firme e inquebrantable convicción.

Celebro que libros como este existan y se difundan y lean, ya que en lo personal estoy convencido que detrás de una oscura sociedad, que cada vez se corrompe más, existe una luminosidad que nos aguarda. El cielo, parafraseando a Edgar, a veces se abre y otra parece que se nos cierra, pero entonces hay que acceder a un nuevo nivel de conciencia para aceptar las circunstancias presentes y transformar los problemas en oportunidades.

Este libro está lleno de anécdotas que nos sirven de ejemplo, considero que las palabras de Arroyo nos conectan en lo más profundo y sagrado de nuestro ser, y es por eso que producen un enorme impacto mental y emocional que nos ayudan a liberarnos de nuestras propias prisiones mentales.

EN EL NOMBRE DE MI HIJO hace una denuncia importante, hacia el Clan Fox, nos muestra, con pruebas contundentes, de qué manera la ambición del poder puede conducir a personas a realizar las peores atrocidades que se puedan imaginar, pero al mismo tiempo nos ofrece un ejemplo de cómo mediante el rescate de los recursos internos personales de cada individuo uno puede salir adelante bajo las peores circunstancias.

La flexibilidad y la adaptación a las nuevas circunstancias son la clave del éxito, y no sólo del efímero éxito profesional y económico, sino del éxito vital que incluye salud, amor, y plenitud en el sentido y propósito de vida.

Hago una profunda invitación a acceder a lectura de este libro, créanme que jamás se arrepentirán de esto. Creo firmemente en una clave compuesta de 3 elementos que son: 1. Visión 2. Acción y 3 Resultados. Lamentablemente la mayoría sólo accede al primer elemento, el de la visión, y unos ni a eso. ¿Por qué no nos permitimos observar nuestros sueños? Debemos otorgarnos la posibilidad de esa visión, así como hizo el ingeniero Arroyo con la visión de la sanación de su hijo Andy. Tuvo que primero “Ver” esa posibilidad, y aunque a veces tuvo que enfrentarse a la duda de esa posibilidad hizo uso de algo aún más poderoso: la fe. En ocasiones el cielo parece cerrarse ante nuestros ojos, pero ante esto hay que hacer uso de nuestra enorme fe. La fe nos sacará adelante. Confía en tu confianza, duda de tu duda, ten fe, y cuando hagas eso verás cómo el cielo se abre nuevamente. Ahora, quiero aclarar que la fe que no es acompañada de Acciones, pocas veces ofrece resultados, así que hay que actuar, movernos, no rendirnos, una lucha no se acaba hasta que se acaba. Aquellos que han perseverado en la lucha han descubierto que al final del camino siempre están esperando los resultados

¿La vida no es fácil? ¿Quién dijo que lo era? Una vida fácil no tendría ningún sentido, en los errores encontramos lecciones. Lo que no te mata te fortalece, pero hay que tener valor, sacar la casta, el coraje que sólo te brinda el compromiso con la vida.

Encuentro revelador el “concepto de vida” que nos obsequia Edgar Arroyo en su libro. Un hombre es su visión, sus acciones, su fe y sus resultados. Un hombre es su conciencia o en su defecto su inconsciencia, un hombre realizado y unificado es un hombre que se da cuenta de sí mismo, es un hombre que se hace responsable de su vida, un hombre que reconoce sus propios recursos y los usa a su favor y no en su contra.

En este libro, Édgar nos comparte unas palabras de su esposa que le dice: Tú eres como el Fénix que siempre resurge de las cenizas. Imperante para mí es tener siempre estas palabras a la mano. Resurgir de las cenizas, aceptar el proceso de vida, muerte y renacimiento. Todos caemos, todos perdemos ocasionalmente, todos fracasamos, pero hay quienes resurgen renovados de esa experiencia mientras que hay otros que se quedan convertidos en cenizas lamentándose de su vida. La vida es lo que tú quieras que sea para ti. Detrás de cada problema hay una enorme oportunidad. La vida es el sueño que persigues o que te conformas con olvidar. La vida es tu decisión, y una decisión puede cambiar tu vida.

Hay un proverbio antiguo que Edgar menciona en su libro, casi al final, cito: “Si tu problema no tiene solución entonces no tienes ningún problema”. En oriente se usa a menudo este proverbio: si tu problema tiene solución, entonces por qué preocuparse, y si no la tiene, igualmente qué caso tiene estar preocupado por ello. La preocupación es sólo un mecanismo funesto de la propia mente. ¿Qué es la preocupación? No es otra cosa que estar imaginando desenlaces funestos a una situación X, y que en definitiva aun no está ocurriendo. Por eso, el antídoto contra la preocupación es la ocupación, es decir, la acción. Insisto, la vida no es para especularse sino para vivirse, para actuarse, es una experiencia a realizar.

Me encantaría desglosar cada uno de los pasajes inspiradores de este libro pero prefiero no privar al futuro lector de una experiencia inigualable. También he preferido no enfocar mi atención en el conflicto de corrupción del clan Fox, sólo por el simple gusto de atender el hallazgo y la luz, más que el error y la oscuridad. Pero para quienes lean este libro les aseguro una visión aún más clara de cómo se manejan los asuntos en nuestro país, lamentablemente.

Me despido agradeciéndole a Edgar Arroyo el hecho de compartir con tanta gente su tiempo, dinero y trabajo, tanto con este libro como con sus valiosas empresas que tienen como finalidad dejar al mundo un poquito mejor de cómo lo encontró. Muchas gracias, Edgar, por ser un ejemplo, por tu concepto de vida, por tu invitación. Los demás nos resta a nosotros, creo que tú nos has abierto muchas puertas, sólo queda en nosotros cruzarlas e ir contigo compartiendo el compromiso con la vida

Muchas Gracias
Teatro Nazas. Torreón, Coahuila.
9 de octubre de 2009

para conocer más del proyecto de Édgar Arroyo, consulta el link:
http://www.gialive.com/

1 comentario:

Anónimo dijo...

Interesante Libro tuve la oportunidad de leerlo hace unos meses y me queda claro lo interesante y lo impactante que puede ser...
un abrazo

Antonio Gonzalez