lunes, 8 de junio de 2009

Nota sobre Carlos Reyes Àvila, en Artes e Historia de México


La siguiente nota fue tomada de ARTES E HISTORIA DE MÉXICO:



Travesti, ventana literaria a un mundo desconocido, de Carlos Alberto Reyes Ávila
Carlos Alberto Reyes Ávila


A muchas cosas se enfrentó para enriquecer el proceso creativo de la obra que le ha valido uno de los máximos reconocimientos literarios que los jóvenes escritores reciben en el norte del país, como soportar que lo catalogaran de gay, de estar saliendo del clóset y ser parte del mundo perverso del travestismo.

Ante esos comentarios Carlos Alberto Reyes Ávila (Torreón, Coahuila, 1976) sólo sonríe, pues está satisfecho de los resultados de su novela Travesti, por la cual fue merecedor del Premio Binacional de Novela Joven Frontera de Palabras/Border of Word. Una propuesta que no sólo enriqueció su bagaje cultural personal, sino que invita a la población a no tener miedo a ciertos temas o personas que, ante la vista de la mayoría, son negativos.

En entrevista, quien estudió en la Universidad Autónoma de Coahuila, confiesa que está sorprendido de haber sido el triunfador: “Y no porque no creyera en mi obra, al contrario, sino porque perdí la noción del tiempo y creí que ya habían dado los resultados. Curiosamente es la primera novela que recibe un reconocimiento cuando casi todos mi títulos son de poesía”.

A Reyes no le gusta encasillar su trabajo. Si bien ha desarrollado más el género poético –en 2003 recibió el Premio Nacional de Poesía Tijuana–, también ha realizado narrativa, como cuentos infantiles, y ensayos. Por lo que no quiere ser catalogado en un solo rubro: “Simplemente quiero ser escritor, no quiero ponerme límites, simplemente tener la misma motivación de seguir legando líneas en el papel”.

El autor ha publicado sus poemas en periódicos nacionales como La Jornada y Milenio, así como en publicaciones como El Poema Seminal y Tierra Adentro, comenta que la idea de participar en un concurso tenía varios objetivos. El primero, y quizá el más obvio, es gozar de mayor proyección, la publicación de su obra y evidentemente tener un apoyo económico: “Ser parte de un certamen te abre las puertas, para que tu propuesta no se quede sólo a nivel local o regional, que pueda trascender”.

Y este premio le brinda esas posibilidades, ya que le da la mano a escritores de hasta 35 años de edad que residen en los estados fronterizos de Baja California, Sonora, Chihuahua, Coahuila, Tamaulipas y Nuevo León, que buscan una plataforma para dar a conocer sus libros.Una obra para aprenderDesde el mismo título, el autor está consciente que su libro generará polémicas. Es más, las ha generado desde su concepción, cuando pensando en un libro de cuentos le faltaba uno para completarlo y apareció ante él el tema del travestismo, decidió mejor hacer una novela independiente sobre este asunto.

Le pidió a un amigo gay que le hablara más sobre ese mundo pero éste, le aconsejó que debía adentrarse personalmente, vivirlo en carne propia. Y así lo hizo: “Mi amigo frecuenta muchos de estos lugares donde se reúnen los travestis, así que me acompañó durante dos años en mi investigación de campo. Entramos a los lugares más irreales en Torreón y comenzaron a llegarme contactos de varias partes, sobresaliendo el de un travesti de los años setenta, a quien pude entrevistar”.


-¿De alguna manera buscas reinvindicar este sector de la población?

“Te confieso que en ningún momento fue esa mi intención desde que empecé a realizar este trabajo, pero después de leerla puedes darte cuenta que tal vez sí puede generar ese efecto. Yo simplemente quería indagar sobre un asunto que considero fascinante y extraordinario”.


-¿Estar inmerso en este universo te dejó una enseñanza personal?

“Claro, de que la mayoría de las personas no sabemos nada del mundo del travestismo y que todavía hay muchos prejuicios en torno a éste. Entendí que es una realidad muy aparte y que había que involucrarme más en la estructura del pensamiento de estas personas que no conocemos porque las ubicamos sólo en el glamour”.


La obra se desarrolla en tres épocas: los sesenta, ochenta y del año 2000 a la fecha. Relata varias historias que se entrelazan entre sí. Su escritura es tan peculiar, que por eso el jurado (integrado por Ana Clavel, Élmer Mendoza y David Toscana) lo eligieron como ganador, pues incluye monólogo, narrador omnisciente y entrevista.


Preparado para la polémicaReyes, quien en 2000 ganó los Juegos Florales Nacionales María del Refugio Pratts Herrera, está consciente que su obra causará polémica, pues hay quienes incluso durante el proceso creativo le preguntaban cómo iba con su novela gay: “En ningún momento pensé en hacer una literatura de género, es una obra para cualquier lector que quiera sumergirse en ese mundo fascinante que muchos desconocen”.

“No tengo miedo de lo que venga, pues ya me han dicho que soy gay. Se que me dirán que ahora soy el defensor de los derechos humanos de este sector y de que me salí del clóset, pero no importa, sólo me dará risa”.

-Ante esos posibles comentarios ¿Cómo invitarás a la población a leer tu libro?

“Llamándolos a que dejen de tenerle miedo a ciertos temas y personas, que dejen de pensar en ellos como asuntos polémicos. De hecho, considero que la obra pueden llegar en un momento a ser divertida e instructiva, pues al final doy a entender que los travestis no son tan diferentes a nosotros”.


Finalmente, el joven escritor comenta que quiere seguir haciendo una literatura de calidad que ponga al norte en los ojos del país, como lo han venido haciendo sus contemporáneos. Sabe que puede hacerlo porque, hasta el momento, no se ha topado con piedras en el camino para hacer lo que le gusta: escribir: “Desde niño siempre me gustó leer. La literatura me tiene enganchado. No me veo haciendo otra cosa, porque es en este oficio donde tengo la sensación de plenitud. Ni en un puesto cultural ni dando clases de literatura me imagino. Yo quiero seguir escribiendo, eso me hace sentir pleno y completo”.


La publicación de Travesti está prevista para octubre próximo. El premio es organizado por el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes, a través del Centro Tijuana, el Programa Tierra Adentro y la Secretaria de Relaciones Exteriores.

PREMIO A TRAVESTI. (Entrevista a Carlos Reyes por parte de Jaime Muñoz)



ENTREVISTA PUBLICADA EN EL DIARIO OPINIÒN MILENIO

domingo 7 de junio de 2009. Columna RUTA NORTE LAGUNA


Felicitemos a Carlos Reyes (Torreón, 1976) porque acaba de agenciarse el Premio Binacional de Novela Joven Frontera de Palabras/Border of Words 2009. A continuación, una entrevista y, luego, el arranque de su novela:

¿De qué trata tu novela (protagonistas, ubicación geográfica, época)?

Sobre el fenómeno del travestismo en Torreón. Son tres historias de tres distintos travestis. El primero se llama Sonia y anduvo circulando por acá en los sesenta en la zona de tolerancia. El segundo es Verónica Verano, también de la zona, pero cuyo auge más bien fue en los ochentas; y el tercero, Paulina, ya en la época actual y más bien en La Rueda. Algunas de las escenas se ubican en la frontera norte del país, sobre todo las andanzas del travesti llamado Sonia.


¿Cuándo la escribiste y motivado por qué?

Empecé a escribirla en el 2005. Al principio estaba escribiendo un libro de relatos, y me faltaba uno que ya estaba en mi planificación; era un relato sobre travestis. Comencé a hacer una investigación, y cuando me di cuenta ya tenía demasiado material y muchísimas historias. El relato resultó insuficiente, así nació esta novela.

¿Qué tanto embona o que tanto se separa de tus anteriores obras?

Se separa de todas definitivamente en temática y forma, pero bueno, casi todos mis libros han sido muy diferentes entre sí. Por ejemplo, de la novela anterior, no creo que tenga similitudes más que la flexibilidad de la estructura y la forma en que el tiempo se rompe, pero en temática son muy distintas. Y de los libros de poesía, pues ni hablamos, supongo que nada tiene qué ver con ellos. Pero opino que es un libro raro, y en eso es similar a todos los demás, al menos es lo que me gusta e intento hacer.

¿Qué extensión y estructura tiene tu novela?

La novela tiene 120 cuartillas, no es muy larga, pero tampoco llega a ser una novela corta. Rápida sí, sus capítulos son breves, son de fácil lectura. La estructura es rara, a veces estamos en los sesentas con Sonia, luego en el 2005 en La Rueda. Además incluyo una entrevista y algunos capítulos más cercanos a ensayos sobre el travestismo, y esos se van mezclando sin una aparente relación. El único eje que sostiene el libro sería en todo caso el “travestismo”, ya que de alguna forma intenté yo mismo como autor travestir mi obra, hacer de mi novela un fenómeno travesti. ¿Si lo logré o no? A ver qué opina la gente, pero creo que el objetivo se cumplió: hablar del fenómeno travesti sin usar un discurso moralista ni caer en etiquetas como literatura gay, no se apoya ni se ataca el travestismo, simplemente se cuenta una (¿varias?) historias donde los personajes principales son travestis. Esta novela no aborda el tema gay ya que el travestismo no es inherente a la homosexualidad.

¿Què significado tiene para ti este nuevo premio?

Tiene varios: 1) me ayuda a terminar de convencerme que cuando haces las cosas sin intentar ser nadie funciona mejor, sale algo más propio, y creo que este premio es la prueba de que por ahí es por dónde; 2) me ayuda a seguir vigente en las publicaciones, seguir y trabajando; y 3) para mí significa mucho poder ganar un premio desde la provincia, porque me queda claro que no es necesario ir al centro para triunfar.

Nuestra Señora de las Flores

(primer capítulo de la novela Travesti)

Camelia vendía flores de papel que ella misma elaboraba. Solían llamarla “Nuestra Señora de las Flores”. Hacía de “Celestina” presentando señores con señoras. Como toda mujer romántica creía en el amor. Montaba valses para quinceañeras. En el fondo de su corazón seguía siendo una chiquilla enamorada. Camelia no era mujer. Su verdadero nombre era Carlos Pérez. Fue el primer travesti de Torreón allá en los sesenta. Hoy su nombre es un emblema.—¿Quéee? pérate, pérate, pérate. ¿Era hombre?—Sí, se llamaba Carlos, vivía en la Leandro Valle y...—¿Fue el primer travesti de Torreón?—La primer “vestida”, exactamente. Aunque no total. Se maquillaba, se peinaba como mujer, usaba aretes, y collares, traía las uñas arregladas, pero se vestía con pantalones de hombre, camisetas y zapatos de mujer. No se “vestía” totalmente, pero era lo más cercano.—Pero ¿no era cierto eso de las flores y lo de la Celestina y lo de los valses, verdad?—Todo es cierto. Eso hacía La Camelia. ¿Qué quieres? Era una romántica.—¿De qué años estamos hablando?—De los sesentas.—¿Todavía vive?—No, ya murió.—¿De qué?—Dicen que de Sida, pero no es cierto. Antes decían eso siempre que se moría un homosexual, pero Camelia no murió así.—¿Cómo sabes?—Camelia antes que travesti y homosexual, era una dama. Se portaba bien, no era una loca, era tierna, linda, sana. Era raro verla en la Zona, donde sí andaban los maridos de las mujeres que dijeron que murió de Sida. Esos maridos que por cierto preferían bailar, tomar, platicar y hasta pichonear con las vestidas que con las prostitutas.—¿Se las cogían?—Unos sí, otros no. La cuestión es que en aquel entonces no sabían que eran hombres. Cuando descubrían el truco, a veces las golpeaban y unos hasta las mataban. Otros se hacían los indignados frente a los cuates, pero de rato regresaban.—¿Neta?— (Silbido de afirmación)—Bueno, a ver, ¿qué pedo? ¿Qué pasó con la Camelia, y las flores? ¿Qué más?—Ah, guey, si el morbo es cabrón, ¿verdad?—Ándale, ya, síguele, ¿estaba guapa?—Camelia era un hada atrapada en un terrible cuento.


Publicado por Jaime Muñoz Vargas (Gómez Palacio, Dgo., 1964) en 6:35 AM
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Entrevista a CARLOS REYES en Razones de Ser (Premio Binacional de Novela FORNTERA DE PALABRAS 2009)


Carlos Alberto Reyes Ávila, fue dado a conocer como ganador del Premio Binacional de Novela Joven Frontera de Palabras / Border of Words 2009 por su obra Travesti. Así lo dio a conocer el Conaculta a través del Centro Cultural Tijuana y el Programa Cultural Tierra Adentro.
El jurado estuvo integrado por Ana Clavel, Élmer Mendoza y David Toscana, quienes eligieron ganadora a Travesti "por la mezcla funcional del lenguaje que incluye monólogo, narrador omnisciente y entrevista", según consta en el acta correspondiente al fallo y donde también se apunta "la mesura y la agilidad narrativas" como virtudes de dicha novela.
Carlos Alberto Reyes Ávila (Torreón, 1976) estudió comunicación en la Universidad Autónoma de Coahuila y realizó estudios de la maestría en filosofía en la Universidad Veracruzana.
Es además autor de los poemarios Luna de Cáncer, Donde oficia la sangre, Habitar la transparencia y del libro de poesía infantil Aprendiz de Volador. En 2007 publicó su primera novela: El Círculo de Eranos, editada por Tierra Adentro.
Horas después de conocida la noticia, este orgullo lagunero recibió a Luna De Enfrente, y brindarnos en forma exclusiva los pormenores de la premiación, entre otros temas.

por Daniel E. Raddi


La Laguna se caracteriza por tener mucha gente de la cual sentirse orgullosa; reconocimientos no sólo locales sino nacionales y por eso hoy estamos con Carlos Reyes Ávila porque hay un premio nacional del cual enorgullecerse.
Sí fíjate, lo comento nada más por el título del premio que es Premio Binacional de novela joven Frontera de Palabras / Border of Words 2009. Es un premio que convoca a escritores jóvenes tanto de la frontera norte de México como de la frontera sur de Estados Unidos.
En esa frontera los escritores que nacimos o vivimos en alguno de estos estados somos los que podemos participar. Por eso se llama binacional.

Los seis estados de México y los cuatro de Estados Unidos…
Exactamente. Este premio es convocado por Tierra Adentro en conjunción con el Centro Cultural Tijuana, es CONACULTA a través de su programa editorial Tierra Adentro que tiene algunos premios como el de ensayo, el de teatro, hay dos de poesía joven y este de novela, porque como Tierra Adentro se enfoca a escritores menores de 35 años del interior de la república organiza estos concursos y este es el de novela. Te comento que por ejemplo no nos había tocado en Coahuila que un coahuilense ganara este premio. Lo más cercano curiosamente había sido yo, que en el 2003 me habían dado una mención honorífica en ese mismo concurso por mi primer novela que también publicó Tierra Adentro que es El círculo de Eranos, y ahora sí dije va de nuevo y allí estamos.

Que todavía no la has presentado. Va para octubre si no estoy mal informado…
A mí me comentario de Cecut de Tijuana que van a empezar a hacer la novela. Yo ya mandé la novela, ya los jurados que entre ellos estaban Elmer Mendoza y David Toscana, dos escritores reconocidos, mexicanos, se va a empezar a hacer. Yo ahorita voy a mandar el texto a Tierra Adentro, vamos a empezar a checar ahí algunas cosas que son de rigor, trámites, diagramar, etcétera y supongo que eso no debe pasar de octubre porque tienen fechas muy fijas para presentar informes, entonces cuando es por un premio sí lo sacan pronto, a ellos les urge sacar esos eventos.

¿Cuál sería la sinopsis que nos puedes hacer de esta novela?
Bueno fíjate quién sabe si se pueda hacer una sinopsis porque una sinopsis yo la entiendo como algo tipo síntesis, algo breve y hasta explicar esto está como un poco embrollado. La novela se llama Travesti, ese es el título. Después de pasar por varios títulos tentativos acabó en lo más común que fue Travesti y habla sobre el fenómeno travesti o del travestismo en Torreón Coahuila específicamente. Yo hago algunas investigaciones de tipo tanto documental como vivencial, de campo y empiezo a investigar y mis investigaciones me llevan a un personaje, a un travesti retirado, vivo, actualmente el señor todavía trabaja, vende fayuca y demás pero ya no se viste, ya es un señor de 70 años que me cuenta su historia y sus andanzas por ahí de los años sesentas, empezamos como en 1963 en la zona de tolerancia en un bar llamado El Gallo de Oro que es como la primer cantina donde permiten la entrada de homosexuales vestidos como mujer, porque en los otros podían entrar homosexuales pero no vestidos como mujer, no era tan evidente, y un poco interesante porque en la actualidad el fenómeno travesti es más reconocible y en ese entonces había muchísimos engaños y como que la gente no estaba preparada para imaginar que eso que parecía mujer y muy guapa era un hombre. Eso suscito también mucha violencia y muchos crímenes al enterarse. Ahorita no pasa tanto eso porque de inmediato sabes. Pasas tú por la calle en tu carro, ves una mujer hermosa, impresionante, no puede ser mujer. En el sentido de la prostitución, no en el sentido real de toda la gente. Es una cosa así. Yo desconfío. Si yo voy en el carro y veo una rubia impresionante que se está prostituyendo, digo no puede ser mujer. Y no falla. Claro ya cuando te paras sí de lejos perfecto pero cuando te acercas, terrible. La síntesis es que tengo tres historias en esta novela, son de tres travestis distintos: uno en los sesentas, uno en los ochentas y otro digamos ya en el dos mil. Son tres historias, tres contextos distintos, un mismo eje temático que es el fenómeno travesti, distintos travestis pero los tres en Torreón, porque por ejemplo el primero pasó por el bar La Rueda, el segundo también pasó por La Rueda y el tercero también, los tres coincidieron en el mismo bar que aún existe. Eso es en cuanto los argumentos, son tres personajes y la forma de narrar también yo la mezclo porque mezclo tanto como la entrevista, el ensayo, la investigación documental, la ficción, y en la misma ficción también hay un narrador omnisciente y hay un monólogo interno de uno de los personajes. Es como un híbrido de un montón de cosas.

¿En esa investigación de campo podrías colegir que la prostitución en Torreón es mucho más de lo que se ve o menos?
Es mucho más de lo que se ve, se sabe y se dice. Porque yo por ejemplo estuve básicamente dos años acudiendo a distintos sitios, lugares, casas, estéticas, fábricas, de todo, no sólo la vida nocturna o los bares. No sólo la avenida Morelos y el sector Alianza, también conocí a muchos personajes travestis en su vida cotidiana, durante el día, chavos que son algunos licenciados, con estudios, otros trabajando en medios de comunicación que luego dices bueno y tú trabajas aquí, porque luego un piensa que los travestis sólo trabajan en estéticas y no, de repente dices no mira en tal periódico trabaja fulanito de tal pero no los reconoces, o hay otros que son hijos de familias importantes, con un apellido reconocido, figuras públicas también, te enteras de todo, y hay una cosa que a mí me llamó mucho la atención y me impactó ver, que hay mucha prostitución infantil, que esa tú no la dimensionas como un ciudadano común a menos que estés ahí, porque tú sabes de la prostitución infantil en el internet, en Estados Unidos, como que lo visualizas lejos pero tú no te imaginas que los niños se andan prostituyendo por veinte pesos en la Alianza, en la calle, pasando patrullas por ahí que no hacen absolutamente nada, pero eso no se sabe, eso no se ve. Si no andas ahí no te das cuenta, ni lo dicen.

Y si no se apela a veces al morbo, que no ayuda en nada. ¿Se puso en riesgo tu persona cuando estabas haciendo tu investigación para plasmar la novela, te amenazaron?
No, fíjate que hasta eso tuve la fortuna de no irme a meter como en el sentido de vengo de metiche a ver qué saco yo aquí para ver luego qué ganancias tengo. Yo fui, yo me junté, me reuní con amigos míos que pertenecen a estos ámbitos y fui como otra persona cualquiera. Digamos que no fui como a investigar. Fui a integrarme, a participar, a ver qué pasaba, qué sucedía. También me puse unas divertidas locas, impresionantes cosas, otros tipos de diversiones, otro tipo de personas, personajes, cosas así y afortunadamente no. Me tocó estar presente, ser testigo de broncas, pleitos, hasta uno que otro crimen de si hubiera llegado cinco minutos antes me hubiera tocado ver cuando mataron a fulanito de tal. De esas que llegas tú y ahí está la policía, la ambulancia, el muerto y todo. Como experiencia fue riquísima, impresionante en todos los niveles, conocer otro mundo que existe aquí mismo en tu ciudad, no tan lejos. En ese sentido, no lo quiero llamar como tanto sórdido pero sí oscuro y escondido. Impresionante.
Yo hice así de una manera muy superficial un pequeñísimo censo de ver los travestis más conocidos, pero de esas de preguntarle a algún amigo travesti mencióname tú los que conoces, y así de va, apúntale, este, este, este, este se junta aquí, este acá, saqué como doscientos de una sola persona que le pregunté. Si me pongo a hacer un censo de ahora ya me imagino la cantidad, porque la homosexualidad es mucha pero el travestismo, se supondría, o pensaría cualquier conciudadano ignorante o gente fenómeno que por ahí hay uno o dos. No sabes la cantidad de travestismo que hay, impresionante, incluso en todos los estratos sociales, económicos.

O sea que Almodóvar si viniera a filmar aquí se daría un festín.
Nombre, sería un revuelo impresionante. Había momentos en los que yo decía esto es una escena de Almodóvar, lo que es sobre todo en la calle Múzquiz, ahí en la Alianza afuera de La Rueda, la Feria y todos estos lugares que aparte de que están para entrar o salir al lugar, aparte se ponen ahí a prostituirse, a ver quién los levanta.

¿Cómo se combina, se amalgama esta veta de escritor con los talleres que estás dando en el Museo Regional que tienen que ver con bioprogramación?
Bueno ahorita la bioprogramación es como una nueva etapa o vertiente de lo que es mi trabajo principal que es el desarrollo humano. A veces por ignorancia u otras circunstancias se maneja como superación personal o motivación. Esto es más cercano a la meditación que es el verdadero desarrollo humano, que son trabajos como de trascender la mente y demás que al simple barato y superficial estímulo de motivar u obtener programaciones mentales optimistas. Ahorita en la bioprogramación yo lo que estoy haciendo es crear todo un programa que amalgame todo, básicamente, porque yo como escritor y maestro de talleres literarios, sobre todo de creación más que de historia o de cuestiones de aprendizaje de la historia, he sido más maestro de creación. Yo siempre he apostado por esto: a cualquier persona que llega y me dice, yo cómo escribo un poema, por ejemplo, yo le digo conviértete en un poeta y después todo lo que salga de ti va a ser poesía no te preocupes, pero para mí tienes que cambiar toda tu persona, toda tu visión, tienes que tener una visión poética de la vida, tienes que tener un corazón de poeta, debes de amar a tu esposa como un poeta, debes de comer como un poeta, debes de vivir como un poeta y después todo lo que vivas será poesía. Yo pienso en este trabajo integral de que ser escritor no es sólo aprender a manejar el idioma, el lenguaje, los recursos literarios, los tropos, la gramática, esas son técnicas, tecnicismos que igual en una escuela lo aprendes, pero ya ser escritor para mí tiene que ver con un desarrollo humano integral en todos los sentidos, en todas las esferas que tiene que ver el trabajo mental, emociona, espiritual, económico, trascendental y todo eso amalgamado para mí en lo personal ese es mi trabajo de escritor. Alguna vez Jaime Muñoz me preguntaba que cómo me podía dividir para en algún momento escribir poesía y luego escribir novela y luego trabajar en desarrollo humano, dar cursos de meditación y luego bioprogramación o terapia Gestalt. Yo le decía el secreto está en que yo no lo divido, para mí hacer una cosa es hacer todas lo demás.

Son compartimentos de un todo…
Exactamente, porque yo cuando escribo una novela traigo todo esto, y vas a ver la poesía, el desarrollo humano y todo esto, a mí no me separa. Si lo dividiera si me sería así como esquizofrénico, así como de necesito unas veinte personalidades, Sybil, todo separado. Pero no, yo más bien las tengo integradas y en ese sentido escribo cada vez diferente poesía, diferente novela, porque es difícil. Yo cuando presenté mi primera novela me enfrenté al primer y absoluto y total prejuicio que es el que los narradores se ponen así de cómo si tú eres poeta te metes a mi territorio, cómo te atreves, y hay poetas que si ven que un narrador, que si ven que alguien escribe cuentos, novelas, narrativa y llega y sale con que publicó un libro de poesía se ponen así como de tú qué vas a saber de eso. Yo me enfrenté con mi primera novela ante eso, que afortunadamente salí como bien librado. Ahora ya me gano la aceptación de los narradores al tener un reconocimiento.

Que es terrible no, que a veces que a uno lo tengan que reconocer por un premio y no por la trayectoria que tuvo durante tantos años.
La misma obra sería la que te debería de reconocer, porque yo digo a mí no me importa si eres dramaturgo, novelista, cuentista, a mí enséñame tu poema y ya veré, yo creo que por la obra te criticaré en ese sentido.

Se suele decir que para sentirse realizado en la vida hay que plantar un árbol, escribir un libro y tener un hijo ¿Qué te falta?
El hijo, definitivamente. No, lo otro ya está, libros he publicado diez imagínate. Lo estaré compensado. Claro que si lo vemos como cada libro es como un hijo, en ese sentido sí, ahí va. El árbol sí lo he plantado y más también. Lo del hijo, solamente.

Siempre uno en la actividad que desarrolla uno normalmente toma una guía o alguien en quien tratar de reflejarse ¿En quién trata de reflejarse o de buscar identidad Carlos Reyes?
En distintos momentos y en distintas etapas de mi vida han circulado muchísimas personas, personajes, autores, personajes, místicos y demás.

Pero alguien que te conmueva, que decís: ¡ay! si yo pudiera ser como…
Híjole, quién sabe. No, nunca nunca he tenido una personalidad a cual seguir. Una vez leí a algún escritor, no sé sí era Scott Fitzgerald, creo, que dijo lo importante y tu principal héroe, ídolo y también competidor no eres más que tú mismo, y contra el que tienes que luchar y te tienes que parecer es a ti mismo. Yo siempre lo he visto, en lo personal, después de eso me quedó muy claro que los demás no me importaban, que yo era mejor cuando dejaba de querer ser como alguien más. Eso me pasó con esta novela, antes quería escribir como tal o cual novelista, quería escribir como Henry Miller o como Norman Mailer y no, no me sale, no me sale, me queda espantoso.

Miller hubo uno solo, Mailer hubo uno solo, Capote hubo uno solo…
Exacto. Entonces yo pensé, llegué a la reflexión, qué aburrido sería si todos escribieran como Henry Miller o como Norman Mailer o como Truman Capote. Si todos escribieran igual pues no había variedad y a ti como que si te gustan a veces estas novelitas duras, pero luego a veces te gustan más fantásticas u otras más detectivescas, y a ti como público lector te enriquece que existan tantos, y como adorador de la literatura también. Entonces qué bueno que hay uno de cada uno, ahí como cayó el veinte, dije, si yo soy y escribo como yo tal vez a alguien le parezca ridículo, pero a otro le va a parecer fascinante y el punto es que yo sólo puedo escribir como yo escribo. En el sentido también místico, o del desarrollo humano ahí me cayó todo el veinte. El punto es intentar dejar de querer ser alguien más, sino simplemente aceptar quien eres tú y gozar y disfrutar y es ahí donde realmente está el verdadero reto y es donde verdaderamente consigues la plenitud. Hay muchas personas que me han orientado, que han sido imágenes para mí. Cuando empecé a escribir poesía para mí eran importantes Baudelaire, Rimbaud, todos los malditos, había la filosofía como Nietzsche, Buda, actualmente más como Ken Wilbert, Krishnamurti, David Bohm en la física cuántica y son personajes tan variados, Lao Tse, Chuang Tsu; que por lo regular lo que menos tengo son escritores, porque busco como personajes más integrales, más completos, que hayan explorado más vertientes de todo su ser.


LA ENTREVISTA FUE TOMADA DE: