Este camino me recuerda rubios momentos
la oscura lengua de la noche me contó sus secretos
llovía en espiral y yo intentaba bailar entre cada gota de agua.
Abracé su anhelo con mi pecho, desabroché su ira y la dejé nadar
la vi desnuda hacer un arco sobre mis dientes
masqué su frondosa y fértil cabellera
los caminos se hicieron círculos:
le entregué dos horas de buen amor.
Este sueño me recuerda rubias sonrisas,
un río irreverente en cada labio
una cama limpia en cada muslo
un lago y mil peces transparentes
en el hueco de su boca.
Cuando movía su cintura la tierra se cimbraba
cantaba un cenzontle sobre su vientre.
La caza se convirtió en ritual
la prenda en finísimo secreto
y el sol:
una rubia caricia
CARLOS ALBERTO REYES ÁVILA
MEXICANO
Con este poema participo en el segundo Concurso de Poesía de Heptagrama
lunes, 18 de enero de 2010
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